Comentario sobre las acusaciones hechas por el Primer Ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, durante su entrevista con The Telegraph
El 11 de febrero de 2024, el Primer Ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, durante su entrevista con The Telegraph, una vez más ha expresado acusaciones calumniosas infundadas contra Azerbaiyán.
Es lamentable que durante la entrevista, el Primer Ministro de Armenia, quien aboga por el cumplimiento de los acuerdos y obligaciones internacionales, ignore el hecho de que el país que representa ha mantenido los territorios de Azerbaiyán bajo ocupación durante casi 30 años, en contravención de todas las normas y principios del derecho internacional, así como de los objetivos y principios de la declaración de Alma-Ata, a la que él se refiere.
Además, los hechos innegables de que tras la Guerra Patriótica de 44 días, Armenia violó gravemente las disposiciones del comunicado trilateral, no retiró las fuerzas de ocupación de los territorios de Azerbaiyán, continuó transfiriendo armas y municiones, equipo militar y minas terrestres a nuestros territorios, y cometió otras violaciones graves y provocaciones, indican las verdaderas intenciones del lado armenio.
El Primer Ministro de Armenia también es plenamente consciente de que aunque el lado armenio declaró que reconocía la integridad territorial de Azerbaiyán en las reuniones de Praga y Sochi y, después de esa reunión, además de hacer declaraciones de felicitación en septiembre de 2023 con respecto a la falsa "independencia" del régimen títere que creó en los territorios de Azerbaiyán, continúa sus reclamaciones contra la soberanía e integridad territorial de Azerbaiyán en organizaciones internacionales y tribunales hasta hoy.
Otra fuente de seria preocupación es el hecho de que el lado armenio está tratando de pasar por alto la existencia de actos legislativos vinculantes que se oponen al reconocimiento de Karabaj como parte de Azerbaiyán.
En lugar de tales provocaciones, reclamaciones y acciones llenas de manipulación política contra Azerbaiyán, el lado armenio debería cumplir con las obligaciones internacionales no solo en palabras sino en acciones, y contribuir al proceso de paz.